La gran ola que viene del Este

23.10.2020

Del Adriático al Mar Negro, hacemos un recorrido por el trabajo de un grupo de jóvenes artistas que está agitando la escena contemporánea y lo más importante, que prometen seguir haciéndolo en los próximos años desde el otro lado del continente Europeo. Evgen Čopi Gorišekdesde Eslovenia, Alba Miocev en Croacia, Maja Djordjevic y Tony Star desde Serbia, Feros en Ucrania o Issue en Crimea son algunos de los artistas que hemos puesto en nuestro radar. Cada uno con una identidad propia, la mayoría con unos inicios marcados por la calle y el graffiti, otros desarrollando una línea más tradicional de estudio y todos ellos descifrando los códigos de la Generación Y. Son jóvenes, vienen pisando fuerte, con preparación de sobra y dispuestos a tomar el relevo a generaciones anteriores, con el perdón de Etam Cru, Marat Morik o Aec y Waone Intereznikazki. Muchos de ellos no superan la treintena, han nacido y crecido marcados por una sociedad inmersa en el conflicto balcánico, y con su obra derriban perjuicios a través de un lenguaje ágil, fresco e irreverente. Y sobre todo cargado de energía. No les pierdas la pista. Esto, solo puede ir a más.

 

Evgen Čopi Gorišek (Koper, Eslovenia, 1994)

Con 17 años, tras ver por primera vez el documental de Banksy Exit Through The Gift Shop, se compró una lata de spray negro, creó su primer stencil (plantilla) y salió a la calle. Así empezó la adicción de Evgen Čopi Gorišek al aerosol. «Pero me aburrí pronto de los stencils. Siempre he admirado pintar free style así que comencé a hacer letras. Se me terminaron volvieron repetitivas, así que decidí empezar a ir en búsqueda de grandes edificios abandonados para poder practicar figuras humanas y cabezas. Me pasaba el día entero en las calles de Koper pintando con mis amigos», dice Čopi Gorišek.

Ahora, se centra en su trabajo de estudio desde Berlín, donde vive y trabaja desde hace un año donde su estilo se ha vuelto inconfundible. Sus pinturas figurativas se debaten entre el graffiti y una expresión naive que recuerdan a los dibujos que pintábamos de niños, donde la figura humana es casi siempre la protagonista con una expresión borrosa que consigue con el manejo del aerógrafo (o airbrush). «En la calle solía pinta con spray y rodillo y solía pintar estas figuras humanas de una manera más abstracta hasta que me compré un ‘airbrush’ para darle un estilo más realista. Pintar con esta herramienta sobre lienzo me permite hacer más detalles y comencé a experimentar con todas las opciones que esto me daba», continúa el artista esloveno. Llegó así a sus característicos rostros que pinta valiéndose de dos puntos para los ojos y una gran U para la boca. «Hago la clásica ‘smiley face’. Empecé a trabajar más en el cuerpo de la figura, en su piel, y traté de perfeccionarla y hacerla más real mientras mantenía la cara así de simple. He terminado encontrado ese contraste y equilibrio entre este ‘descuido’ sobre la perspectiva y otros aspectos de la obra y la fina interpretación de otras partes como la piel o el cuerpo humano», puntualiza sobre sus cuadros.

A sus 27 años, el nombre de Evgen lo oirás nombrar en algunas de las galerías de arte contemporáneo más punteras. El 30 de este mes de octubre inaugura su primer show en solitario en la PlanX Gallery en Milán y se encuentra ahora realizando obra para los dos proyectos que están por aterrizar: la feria de arte Untitled durante la semana de Art Basel en Miami, que debido a las condiciones globales este año tendrá que ser de manera virtual y su primer solo show al otro lado del charco, en la galería PADRE de Nueva York en enero 2021. ¿Su recomendación artística local? «Mi mentor y buen amigo al que admiro y respeto el artista esloveno Leon Zuodar, conocido como LELE».

 

Maja Djordjevic (Belgrado, Serbia, 1990)

Sus obras son un claro alegato de la generación millennial. Con una obra en óleo y esmaltes, que parecería digital si no fuera por la textura y viveza que toman las piezas, la artista serbia Maja Djordjevic nos lleva del ahora a una vuelta a los 90 a través del imaginario del interfaz de Windows con el que juega valiéndose de pixeles, ventanas del ordenador del Paint o el mítico juego de cartas del solitario conectándose con toda una generación de hoy treintañeros. Pixeles salidos de juegos de arcade como el Sega, el Paint, Pac Man o Space Invader, que pinta sin ayuda de cintas y valiéndose del pulso de su mano.

Coincide con esta estética también naive, casi infantil donde con cuatro palos y un redondel éramos capaces de pintar una figura humana, que ella lleva como un juego personal a la desnudez, a ese algo ‘prohibido’ que representaba pintarlo con 9 años. Mujeres que a veces la representan a ella y otras a situaciones cotidianas que ocurren a su alrededor y que con una ironía desbordante se aleja de convencionalismos.

Desde 2013 ha estado activamente exponiendo su país natal y el resto de Europa para coger carrerilla en el resto del mundo. Con tan solo 25 años tuvo sus tres  primeros solo shows y a partir de entonces ha pasado por galerías como la griega Dio Horia, The Hole NYC, U10 y ha participado en el proyecto ‘Balkan Project’ en Los Ángeles. Una de sus últimas exposiciones colectivas fue la comisariada por el estudio de diseño Case Studyo en la galería belga PLUS-ONE junto a artistas como Jean Jullien o Ryan Travis Christian, y el próximo 10 de diciembre inaugura en la galería londinense Carl Kostyal “This Must Be The Place”, su último solo show.

 

Issue (Simferopol, Crimea, 1990)

Como otros muchos artistas comenzó su recorrido artístico enraizado en el graffiti clásico. Fue en 2004 cuando hizo su primera pieza ilegal, que más tarde le llevó a ‘bombardear trenes’ por una larga temporada. «Ahí fue cuando empecé a prestarle atención a ‘stylewritting’ y la tipografía. Comencé a trabajar con las letras y gradualmente me fui alejando del graffiti tradicional para experimentar con letras abstractas y tramas geométricas», dice Issue, el nombre con el que firma en las paredes por donde va.

A través de su interés por el legado de la vanguardia soviética de comienzos del siglo XX y los comienzos de la Bauhaus fue como comenzó su pasión por la tipografía. «Ahora estoy muy inspirado por búsquedas y tendencias visuales del arte contemporáneo, el diseño gráfico y la tipografía experimental. Estos tiempos increíbles de nuevas tecnologías y los efectos colaterales de los inmensos flujos de información y basura visual que consumimos nos hace adaptar nuestra manera de percibir el mundo que nos rodea de una manera demasiado rápida y cualitativamente simple», continúa Issue. Estos procesos y conexiones visuales crean en él imágenes que luego trasforma en sus trabajos, en los que da pie improvisación durante el proceso de trabajo, y que a veces dependen en las propiedades de la superficie sobre la que trabaja, llegando a resultados inesperados: «Creo mi propio lenguaje visual como forma de comunicación, trabajo con formas simples creando composiciones más complejas y contrasto esquemas de color, ¡eso es lo que me gusta hacer!», añade.

El artista crimeo, que ahora vive y trabaja en Moscú, acaba de pintar su primer muro a gran escala en la ciudad rusa de Neftekamsk y para los tiempos fríos que se aproximan su plan es centrarse en su trabajo de estudio. Toma nota de los artistas, también del este de Europa, que nos recomienda: «Retro y Biggie_K por su estilo técnico a la vez que innovador de graffiti, Soc.i.a por su aproximación y visión tan fresca, Khodak Nikita y Dyoma tienen una muy interesante combinación de estéticas entre figurativa y digital en sus trabajos murales», concluye Issue.

 

Tony Star (Novi Sad, Serbia, 1987) 

Tiene 33 años y el mayor de esta selección de artistas. Stefan Stanojevic, su nombre real, o más conocido como Tony Star es artista y diseñador, y viene como muchos de esa generación de artistas que ha pasado su adolescencia pintando trenes, vagones de metro y ‘bombardeando’ la ciudad con su firma. De hecho empezó a hacerlo con tan solo 14 años. Hoy sigue pintando murales por su ciudad natal, donde vive y trabaja, que reconocerás por su estilo ‘glossy’ y porcelanoso. «Cuando era joven estaba atraído por las canicas y por las superficies más brillantes y reflectantes, seguramente como la mayor parte de la gente de mi edad. Empecé a pintar paredes, y en ellas introducía objetos de porcelana combinados con mi estilo personal, pero no me convencía pintar objetos que habían hecho otros artistas, o simplemente traducir una foto de alguien más en un muro, así que dejé la idea. Me doy cuenta de que necesito tener el control sobre cada aspecto de mi trabajo», dice Star. Fue mientras estudiaba su carrera de diseño cuando comenzó a aprender algunas técnicas de software 3D que le abrieron su propio camino a la creación 360º de sus obras. Encontró una nueva vía de trabajo. A partir de ahí no se quedó únicamente en su trabajo mural o digital, si no que le llevó a la creación de cerámicas, «me parece que ha sido el salto natural en mi trabajo, pero una vez que lo he empezado, me ha abierto nuevos campos de exploración. Es divertido y además estoy contento de haber encontrado un canal de narrativa para mi trabajo», añade.

Es un nombre ya conocido en la escena local serbia y ahora está trabajando en su siguiente obra mural junto al dúo, también serbio, de los gemelos Sobekcis. Además está preparando su siguiente show que probablemente llegará en los primeros meses del año que entra. Más nombres a seguir de la escena serbia: «además de los hermanos Sobekcis, me gusta el trabajo de los artistas urbanos SuperTimor y Sensi». No le pierdas la pista a ninguno de ellos.

 

Feros (Drohobych, Ucrania, 1992)

Serhii Greh o Feros, creció en una pequeña ciudad occidental ucraniana y desde sus inicios ha estado fuertemente influenciado por la primera ola de muralistas europeos, así como el trabajo de sus amigos y colegas de profesión Keno y Dilk Juliette, con quienes montó la Kickit Crew. Cada uno maneja su estilo personal, sin embargo funcionan como uno solo cuando lo fusionan bajo una misma pared. Fue en 2007 cuando hizo sus primeras incursiones en el mundo del graffiti y en 2013 Feros ya estaba firmando sus primeros grandes murales y viajando por festivales de arte urbano.

«Ahora principalmente estoy desarrollando mi trabajo de estudio, trabajando en obra sobre lienzo y también piezas gráficas, cada vez más alejado del graffiti», dice Serhii. «Algunos de los artistas top que me han inspirado diría que son Waone y Aec Interenikazki, Pavlo Makov o Arsen Savadov, me cuesta tener un favorito», añade.

Las letras que ha estado años dibujando en las calles han evolucionado deformándose y uniéndose entre sí dando lugar a elementos figurativos como personajes salidos de su imaginario, animales o plantas que se intercalan entre si con elementos abstractos. De la misma manera, Feros lleva este trabajo realizado en la calle a su estudio a través de acrílicos sobre lienzo, donde transforma sus piezas convirtiéndolas en pura abstracción.

«Ahora estoy activamente trabajando en mi estudio preparando mi próxima exposición que se basará en obra figurativa sobre la teoría de la conspiración y ahora mismo estoy comisariando el proyecto “Equilibrium”, con doce artistas creando obra en el espacio público en Lviv Street Gallery, en la ciudad ucraniana con el mismo nombre», dice Feros.

 

 

Alba Miočev (Zadar, Croacia, 1994)

«Llevo dibujando y pintando desde que tengo memoria. Desde muy joven estaba atraída por el trabajo de muralistas y el street art, me parecía increíble que alguien pudiera hacer una pintura en una superficie tan grande. También el hecho de llegar a una gran audiencia sin entrar en una galería de arte fue algo que me atrapó», dice Alba, «Nuestras mentes se han acostumbrado a ver anuncios en vallas publicitarias y pantallas digitales ubicadas en el espacio público todo el tiempo, sin embargo, ver un mural siempre mantendrá esa frescura», añade. Su enfoque clásico de la pintura le permite jugar con los óleo a través de paisajes y fotografías personales, y como nunca estuvo muy familiarizada con el graffiti, empezó a pintar paredes utilizando estrictamente pinceles, manteniendo el mismo estilo personal que tenía sobre el lienzo. Pintar es para ella como escribir su diario, a veces melancólico, a veces simplemente la vida. «Solía estar muy influenciada por los artistas digitales, los dibujantes y todo lo que veía en una pantalla, pero últimamente es la propia naturaleza la que me inspira», añade. «Me encanta el trabajo de la ilustradora, muralista y pintora Apolonija Lučić, compartía estudio con ella y me encanta su enfoque tan tranquilo a la hora de crear». Hasta finales de octubre se pueden ver las obras de Alba en la Galerija Matice Hrvatske de Zagreb.