El innegable auge de la tendencia figurativa en estos últimos años ha dividido la creación contemporánea entre aquellos que se sienten identificados con mostrar su realidad de manera legítima, y otros que tiran por el camino de la abstracción. Entre estos dos extremos del péndulo existe un “zona gris”, a menudo encasillado dentro de estos dos conceptos por cercanía y/o lejanía, entre todo y el nada.
Este estilo lleno de ambigüedad tensa entre la abstracción y figuración se mostrará a través de la obra de once artistas, quienes ocupan el Espacio Ephimera durante tres días este fin de semana en la exposición “SHOOT SPEED // KILL LIGHT” de UVNT Art Fair y Galería Herrero de Tejada.
Austin Lee, Renée Estée, Mie Olise Kjærgaard, Loren Erdrich, Marria Pratts, Kottie Paloma, Eloy Arribas, Maillo, Carlos Pesudo, Cristina de Miguel y Jana Schröder habitan en lo que se denomina «zonas grises», espacios dinámicos y en constante movimiento donde la figura y la abstracción interactúan y se resignifican mutuamente.
“En la sucesión de obras que conforman SHOOT SPEED / KILL LIGHT vemos una pintura llena de oportunidades, capaz de crear un lenguaje acorde con un mundo acelerado, incierto, grotesco, brutal, hedonista y feroz” cuenta en la hoja de sala David Morán, periodista cultural del Diario ABC. Y asimismo, cada artista con su peculiar estilo y forma crea un diálogo en el espacio que “se puede vivir como un chute alucinógeno, como una sobredosis de formas, colores y motivos mutantes que nos recuerdan que nuestra mirada puede quedar atrapada en un bucle visual que nos aboque a un solipsismo sin remedio”, añade el periodista.
La exposición, que podrá visitarse del 18 al 20 de mayo, sugiere, además, un sentido de urgencia y pone sobre la mesa la cuestión: ¿Cómo pueden los artistas generar obras que perduren y trasciendan más allá del momento actual? De esta manera presentan una celebración y una crítica simultáneas de la forma, desafiando las percepciones de los espectadores y su comprensión del papel de la forma en el arte.
En definitiva, esta exposición ofrece un retrato ácido de un momento suspendido entre el todo y la nada donde los límites entre las distintas formas son difusos y las posibilidades de expresión infinitas. Evidenciando así que las formas evolucionan y mutan constantemente, creando una sensación de incertidumbre e inestabilidad que también ofrece armonía y coherencia.