Una vez al año, el seco paisaje del desierto de Nevada se convierte en una ciudad efímera. Más de 70.000 personas se instalan durante una semana y se convierten en testigos de la construcción y destrucción de Black Rock City, un lugar que explora los límites de la mente humana creativa.
Lleno de instalaciones artísticas y actuaciones, el lema artístico de este año fue «Sueño andante», que pretendía «explorar el poder transformador de los sueños, tanto literales como figurados, y celebrar a los soñadores que canalizan esta potente energía de forma reveladora, a menudo surrealista, y a veces cambiante».
Detrás de este enfoque, Black Rock City también tiene una fuerte política de «no dejar rastro», lo que significa que el desierto de Nevada debe dejarse tal y como se encontró. Los participantes deben hacerse cargo de todo el envío de materiales y de la construcción y deconstrucción de la instalación artística in situ.
Hemos reunido las instalaciones más impresionantes y sobrecogedoras de esta edición: