Qué ver, leer y escuchar en diciembre por Rosh333, Nevercrew, Kristen Liu-Wong y J.R. Pinto

21.12.2020

Nos movemos al son de la música jazz con el artista español Rosh, buceamos en las páginas de las últimas novelas que se ha devorado la norteamericana Kristen Liu-Wong durante la cuarentena, repasamos algunos de los grandes clásicos del cine con el duo suizo Nevercrew y nos ponemos al día en anime japonés con el ilustrador y dibujante de cómics madrileño J.R. Pinto. No te pierdas las recomendaciones del mes de diciembre, encontrarás más de una buena idea para regalar…

 

Rosh333

Color, forma y movimiento son las líneas principales del trabajo de Rosh333 (Alicante, 1977) y con las que hoy experimenta desde su estudio en Madrid o en formato mural. Con unas raíces fuertemente marcadas por la calle y el graffiti, y que nunca ha abandonado, Rosh viene de una generación española de escritores que a finales de los 90 lograron, por su calidad e innovación, ser uno de los principales focos de atención de la escena urbana internacional y que a día de hoy le ha llevado a ser uno de los artistas urbanos de referencia nacional. A través de su obra el artista alicantino genera composiciones que eluden a las propias formas de la naturaleza y a su desarrollo orgánico para establecer un diálogo con el espectador. ¿Lo último? Acaba de inaugurar una exposición en la Montana Gallery de Barcelona que estará colgada hasta finales de enero 2021 y ha sacado una edición limitada de pañuelos de algodón con sus diseños estampados a mano.

«La serie “Antidisturbios” me gustó por su enfoque realista y habla de una problemática social muy actual en España. También el hecho de que los protagonistas sean un grupo de policías antidisturbios, de esos que tantas veces hemos visto en el centro de Madrid y que los actores lo borden, hace que me crea la historia. Sorogoyen mantiene la tensión y el ritmo como en su anterior película “El Reino”.

En podcast suelo escuchar “Carne Cruda” y “El Hilo”. Es una forma de acceder a las noticias actuales desde un enfoque diferente al de los telediarios. Desde mi punto de vista analizan más a fondo la actualidad, no se quedan con el titular, hablan de temas que en otros medios pasan totalmente desapercibidos y su contenido en general es bastante social. Esto es necesario en esta época que estamos viviendo. De vez en cuando reviso programas antiguos de Juan Carlos Cifuentes “Cifu”, “Jazz entre amigos”, “A todo jazz”, etc… Cifu era toda una eminencia en la divulgación musical. Con él he descubierto infinidad de artistas y siempre narraba anécdotas curiosas de ellos con su característica voz. Se le echa de menos. También he empezado a escuchar “Solo Jazz” en ivoox presentado y dirigido por Luis Martín, en la misma línea que el programa de Cifu.

En los últimos años me gusta escuchar para concentrarme cualquiera de los “Music for Airports” de Brian Eno o los discos de Robert Fripp que son en la misma línea. Es un tipo de música que acompaña, no es necesaria escucharla a un volumen muy alto, me sirve para trabajar en el taller, para leer o para tenerla de fondo simplemente. En el estudio si que hay momentos en los que necesito un poco más de acción y cambio el registro de la banda sonora. Sobretodo en las etapas iniciales de las piezas en las que estoy trabajando, creo que esto se ve reflejado.

El 2020 está siendo un año de buena lectura, algo positivo tenía que tener. Me ha gustado mucho un ensayo de Miguel Ángel Hernández titulado “El don de la siesta. Notas sobre el cuerpo, la casa y el tiempo”. Una muy buena reflexión sobre ese tiempo que podemos dedicarnos nosotros mismos que contraviene con uno de los principios fundamentales del mundo moderno: la productividad.

Algunos artistas en los que me fijado últimamente son los daneses Richard Mortensen y Robert Jacobsen. Del primero, su obra gráfica es una delicia, formas y colores súper bien armonizados. Del segundo, sus esculturas dan la impresión que se van a mover en cualquier momento, su tratamiento del vacío me recuerda un poco a Oteiza pero más agudo en la forma y el ritmo. También he estado revisando el trabajo de los españoles Equipo 57, que ya a finales de los años 50 hacían que los colores planos tuvieran movimiento.

No quiero pasar por alto la que esta siendo mi mayor influencia a todos los niveles en estos últimos meses, John Zorn. Lo he descubierto hace poco y no se como se ha podido escapar de mi radar. Es compositor y saxofonista de música clásica-contemporánea perteneciente a la escena del Downtown newyorkino de finales de los 70, que sigue en activo a día de hoy con cientos de discos y colaboraciones a sus espaldas. Su obra va desde free jazz, piezas armónicas para orquestas de cámara, bandas sonoras de dibujos animados, hardcore punk, noise, música hebrea y lo que te contaré morena… Independientemente de su repertorio musical, super visual todo, lo que me llama mucho la atención el es carácter conceptual que da a cada uno de sus proyectos, su manera de mezclar géneros y transgredir las “normas”. Esta siendo muy inspirador, sigo procesando toda la información y pienso que de alguna forma va a repercutir en mi trabajo».

 

Kristen Liu-Wong

La obra de Kristen Liu-Wong mezcla acontecimientos cotidianos de su propia vida con elementos abstractos de mundos de fantasía a través de un ácido sentido del humor. Nacida y criada en San Francisco y graduada en Ilustración en el Instituto Pratt, Kristen trata de contar una historia con cada pieza que hace, desarrollando una narrativa personal y ligeramente siniestra dentro de cada cuadro. Usando colores dulces, patrones exagerados y composiciones muy estudiadas, se inspira en el arte folclórico americano, los dibujos animados que veía de niña, el Shunga, el arte erótico japonés y su apreciación por la arquitectura. Un trabajo muy personal pero lo suficientemente alterado como para permitir que las interpretaciones individuales se apliquen a cada historia que pinta.

«La lectura ha sido mi principal vía de escape durante la cuarentena, así que me he estado complaciendo mucho. He querido leer más literatura japonesa, así que empecé con varias novelas de Murakami. Me gustó especialmente «Crónica del pájaro que da cuerda al mundo» y » La muerte del comendador», fue una lectura muy oportuna porque la novela trata de un artista que huye de su matrimonio fallido escapándose a las montañas a pintar en soledad. También disfruté de la novela extremadamente claustrofóbica (y existencialmente tortuosa) «La mujer de arena» de Kobo Abe y «El sonido de la montaña» de Yasunari Kawabata. Es una conmovedora meditación sobre el envejecimiento y la aceptación de la propia mortalidad, algo que, por supuesto, ha estado en mi mente durante toda esta pandemia mundial.

También he leído literatura occidental, Emile Zola es uno de mis escritores favoritos y finalmente pude leer «L’Assomoir», la historia de Gervaise, una lavandera muy trabajadora, sus éxitos y sus subsecuentes dificultades. La novela originalmente escandalizó a los críticos por su lenguaje, es una descripción descarnada de la vida y los estragos del alcoholismo en la clase trabajadora, y Zola escribe tan vívidamente que uno se siente como si estuvieras allí experimentando el fin del siglo de París. También he releído recientemente «El Maestro y Margarita» de Mikhail Bulgakov, que es una de mis novelas favoritas. Cuenta la historia de la visita del Diablo a la Rusia Soviética, que es muy atea, y logra entretejer elementos sobrenaturales, sátira oscura, y un recuento de la historia de Poncio Pilatos.

En cuanto a las películas, recientemente disfruté de la película de terror coreana «The Wailing» de Na Hong-jin. Mezcla perfectamente los elementos de terror de Oriente y Occidente y también consigue tener algunos momentos divertidos, una dura hazaña para una película tan verdaderamente aterradora. Otras películas que he visto últimamente que sugeriría son «Kuroneko» y «Onibaba» dirigidas por Kaneto Shindo. Ambas son extremadamente inspiradoras visualmente, especialmente si te gustan las películas de terror japonesas, y la escena de apertura de «Onibaba» es una de las más sorprendentes que he visto. Y finalmente, si necesitas un poco más de Nicolas Cage en tu vida, te sugiero el thriller de 1999 «8mm». Cage interpreta a un investigador privado que es contratado para averiguar si una película snuff es real o no y tiene que entrar en el descarnado submundo del porno en Los Ángeles. Si eso no te va del todo, entonces Joaquin Phoenix como un tipo ciberpunk llamado «Max California» debería hacerlo».

 

NEVERCREW

Los suizos Pablo Togni (Bellinzona, 1979) y Christian Rebecchi (Lugano, 1980) se graduaron en la Academia Brera de Bellas Artes en Milán en 2005 y desde 1996 han estado trabajando juntos como colectivo artístico. En 2012 se hicieron con el premio ‘Artista del año’ en la Bally Foundation for Culture, fueron invitados para ser parte de la selección internacional ‘Stroke Curated’ en la feria de arte urbano de Munich Stroke y en 2015 entraron en el top 100 de los artistas más influyentes de la Graffiti Art Magazine. A día de hoy han realizado obras murales en Nueva Deli, Los Ángeles, Manchester, Grenoble, Vancouver o Madrid. Su trabajo se centra en la relación entre el ser humano y la naturaleza pero sobre todo entre el ser humano y el sistema en el que vivimos: nuestros actos sobre el medioambiente, las injusticias sociales y la verdad humana, natural y animal.

«Compartimos muchos intereses, pero también muchas diferencias en lo que nos gusta y en cómo y cuándo preferimos disfrutarlo. Como punto en común podríamos decir que a ambos nos ha encantado el cine desde siempre, la lista de pelis podría ser muy amplia. Por nombrar algunos clásicos: «12 hombres sin piedad» de Sidney Lumet, 1957, donde toda la historia evoluciona sólo en los diálogos y en una única localización (una peli más actual del mismo estilo que también nos gustó es «Locke» de Steven Knight, 2013), o «Hasta que llegó su hora» de Sergio Leone, 1968, que ofrece un impresionante retrato de una situación concreta y de las personas que se enfrentan al cambio. De estilo Western nos encantó «Pat Garrett and Billy the Kid» de Sam Peckinpah, 1973, con la estupenda banda sonora de Bob Dylan. Nos gustan directores como David Lynch, Michel Gondry, Wes Anderson, Spike Jonze por su fuerte imaginario y sus peculiares estilos e historias fuertes como «Cómo ser John Malkovich», 1999. Los guiones de Charlie Kaufman, que la escribió, y sus películas como la alocada «Synecdoche, New York»). Por mencionar algunas de las que más valoramos recientemente podríamos nombrar «Un día perfecto» de Fernando León de Aranoa (2015), «The Witch» de Robert Eggers (2015), «Diamantes en bruto» de Josh y Benny Safdie (2019) y ahora estamos esperando la nueva «Dune» de Denis Villeneuve.

Hablando de ciencia ficción y de «Dune», uno de los autores que más nos ha gustado es Frank Herbert con su serie de libros con el mismo nombre. Luego está Frederik Pohl con «Gateway», 1977 que es una aventura asombrosa y profunda. Otros autores de ciencia ficción que apreciamos son Aldous Huxley, Isaac Asimov y especialmente con su serie «Fundación», Jack Williamson y su serie «Legión del espacio», Douglas Adams y «Guía del autoestopista galáctico», 1979, y muchos más. Nos encanta la literatura clásica y autores como Franz Kafka, Jack Kerouac, Henry David Thoreau… Aquí la lista también podría ser infinita.

Para nuestra inspiración artística encontramos muy interesantes «Leviatán o la ballena» de Philip Hoare (2008), que profundiza en la relación entre los humanos y las ballenas siguiendo el camino de «Moby Dick» de Melville, o «Joseph Beuys – Il Cappello di Feltro» de Lucrezia De Domizio Durini (1998), que describe la vida, los pensamientos y «significados» de un artista que admiramos por su visión del arte, su relación con la naturaleza, su idea de la utopía concreta y la escultura social. Ahora estamos leyendo a Alejandro Jodorowsky, del cual nos gusta la fuerte mezcla de vida, arte, magia, tradiciones, instintos, antropología y psicología como una forma compleja de encontrar (o recuperar) simples verdades naturales (o viceversa).

Musicalmente Fabrizio De André tenía una increíble elegancia musical, pero sobre todo la capacidad de narrar la vida de otras personas y una fuerte sensibilidad para entender y retratar a las minorías y a las personas al margen de la sociedad».

 

JR PINTO

No hay más que ver su trabajo para darse cuenta que es un apasionado del cómic y un fanático del ping pong. J.R Pinto es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense y tras pasar por la Casa de la Moneda, donde ganó el premio Jóvenes Creadores 2016 de la Fundación Pilar i Joan Miró y La Real Academia de San Fernando, se introdujo en el mundo de la caligrafía que más tarde le ayudó en el desarrollo de su trabajo. Estuvo viviendo en Vancouver donde trabajó como dibujante para un periódico local y de vuelta en Madrid ha colaborado con diferentes medios como Yorokobu. Con la historia de ‘Working Holidays’ sobre un inmigrante afincado en Canadá, ganó el premio de novela gráfica Accesit y forma ahora parte del cómic ‘En Corto’ editado por Astiberri. Hoy compagina su trabajo de autoedición de novelas que ha presentado en ferias como Libros Mutantes con el dibujo para agencias de publicidad y el diseño museográfico.

 

«No se me ocurre mejor manera de empezar unas recomendaciones que invitando a todo el mundo a ver el increíble trabajo de Masaaki Yuasa, sin duda alguna el mejor director de animación de la actualidad (diría casi de cine-series en general, pero no quiero provocar demasiado al gafapasta standard).

Series de animación como “Devilman Crybaby”, “The Tatami Galaxy” o “Kemonozume” son shows muy entretenidos por el salvaje, profundo y original espectáculo visual que ofrece, siempre magistralmente orquestado por Kensuke Ushio, no obstante, su trabajo que más me ha cautivado hasta ahora es Ping Pong the Animation: una serie de 13 capítulos animados de forma inimaginable, una producción perfecta en todos los sentidos, además de ser la adaptación de una de las obras de uno de los dibujantes más singulares de los últimos tiempos en Japon: Taiyo Matsumoto, ‘mangaka’ (dibujante) de Tekkonkinkret o Blue Spring.

A nivel musical voy a recomendar una de las mejores listas de reproducción de todos los tiempos: «Cuadros de una exposición» de Modest Musorgski, orquestada posteriormente por Maurice Ravel. Y dos de las versiones de esta obra que más me han gustado: «Pictures at and Exhibition» de Emerson, Lake and Palmer, 1971. Rock progresivo en su momento culmen, especial atención a The Great Gates of Kiev. Y la version ecléctico-eléctrico espacial de Isao Tomita, uno de los padres de la música electrónica. realizada en el 75

De libros voy a recomendar un clásico de la literatura hispanoamericana: “2666” de Roberto Bolaño, me acuerdo que cuando me lo leí me cambio completamente la percepción de lo que era una narración trepidante. Uno más actual: “Coños como el de Marta” de Diana Aller, un relato de lesbianismo crudo y muy divertido. Y un autor: Manuel Chaves Nogales, del que recientemente me leí “A Sangre y Fuego”. Chaves Nogales fue un periodista y reportero español con una exquisita pluma y una forma de pensar privilegiada odiado a la par por Nacionales y Republicanos sus reportajes y narraciones del periodo de Entreguerras y La Guerra Civil Española demuestran que la sociedad civil no admite polarizaciones maniqueas de buenos o malos o rojos y azules».