El último poema visual de Edoardo Tresoldi en Italia

24.09.2020

Es una de las acciones poéticas más bellas hechas en los últimos tiempos. Una alianza entre materiales y el paisaje que lo rodea, una unión entre materia y naturaleza. En un marco idílico, en la línea costera de la sureña ciudad italiana de Reggio Calabria, justo en la punta de la bota y con vistas a la costa siciliana, el artista italiano Edoardo Tresoldi (Milán, 1987) ha llevado a cabo su última gran instalación, que ha llegado para quedarse de manera permanente. «Opera ha sido creado para celebrar la relación contemplativa entre el lugar y el ser humano a través del lenguaje de la arquitectura clásica y la transparencia de la ‘Materia Ausente’, expresada a través de la malla metálica», introduce Tresoldi. Un entramado de malla y alambres que conforman 46 pilares de hasta 8 metros de altura en un parque de 2.500 m2 accesible a todo el mundo y que se ha convertido ya en una de las instalaciones en el espacio público más grandes de Europa. Un lugar de contemplación, un “ágora mental” rodeado de árboles y frente al mar cargado de energía, armonías y contrastes. Tras la instalación ‘Basílica de Siponto’, comisionada por el Ministerio de Cultura Italiano en Puglia en 2016, ‘Ópera’ es ahora su segunda instalación permanente en Italia. Hablamos con el artista italiano sobre este proyecto que ya ha dado la vuelta al mundo.

 

 

¿Cómo te enfrentas a los espacios que vas a intervenir? Y más específicamente ¿cómo fue con el paseo marítimo de Reggio Calabria donde has instalado Opera?
Cada vez que me acerco a una nueva instalación paso mucho tiempo sumergiéndome en el lugar. Me dejo inspirar por sus características físicas, emocionales y sociales y luego trato de componer la obra de arte como un personaje que puede ser disfrutado a través de un camino emocional. En el caso de Ópera, quise “monumentalizar” el lugar y su relación contemplativa con el Estrecho de Messina.

 

¿De qué manera haces efectiva esa relación entre el paisaje o el espacio y el ser humano en Opera?
Los arquetipos clásicos y los pilares son herramientas arquitectónicas que utilizo para narrar la celebración de la relación entre el hombre y el sitio. Ópera celebra los momentos puros y simples que los ciudadanos y visitantes de Reggio Calabria pueden disfrutar mientras miran el Estrecho.

 

 

Consigues que un material tan rudo como lo es la malla metálica de construcción llene de poesía tus instalaciones. ¿Cómo llegaste hasta ella?
Descubrí la malla metálica cuando trabajé como escenógrafo en cine y espectáculos musicales. Más tarde la definí como el punto de partida de mi investigación sobre la “Materia Ausente”. Esta malla tiene una presencia no invasiva y delicada que me permite dibujar en el paisaje y acomodar el contexto dentro de mis obras, narrando una ausencia y una proyección mental. A través de la malla de alambre, las obras de arte se mezclan con el entorno y las luces, convirtiéndose en una presencia única.

 

¿Estás explorando nuevos materiales para futuras instalaciones?
Estoy investigando nuevos materiales y técnicas. A través de STUDIO STUDIO STUDIO, el proyecto interdisciplinar que fundé recientemente para apoyar y crear proyectos de arte contemporáneo, experimento con nuevos materiales y colaboraciones. En mi trabajo anterior hibridé la malla metálica con otros materiales. En ‘Aura’ (2017) utilicé metal corrugado para una de las estructuras que componían la instalación, en ‘Simbiosi’ (2019) hibridé la malla de alambre con piedras locales para definir una ruina contemporánea y en ‘Gharfa’ (2019) presentada en Riad con mi proyecto interdisciplinario STUDIO STUDIO STUDIO, utilicé corcho, insertándolo en la estructura de la malla metálica.

 

 

Existe una fuerte conexión entre muchas de sus instalaciones y la rica historia de tu país. ¿Hay un objetivo de convertir o representar la antigua herencia de Italia en algo contemporáneo?
Las arquitecturas y ruinas italianas están profundamente arraigadas en mi imaginario. A través de los arquetipos clásicos y de un material industrial como la malla metálica, compongo un lenguaje contemporáneo que dialoga con los elementos del paisaje.

Por ejemplo, La Basílica de Siponto, mi única obra de arte hasta ahora concebida en relación con un espacio arqueológico histórico, me llevó al concepto de “Ruina Metafísica”, la aplicación de la “Materia Ausente” en el sustrato histórico. Se sitúa como una fase más del ciclo de vida arquitectónico. La “Ruina Metafísica” reintroduce las formas de la arquitectura original mientras acompaña al ser humano en un camino experimental y espacial diferente, mezclándose con el entorno.

 

 

Fotos: Mattia Greghi // Roberto Conte